Bocas con dientes largos que cecean y rompen gargantas en decir "Gjjjjjijjjjón "
Españolas miopes que bostezan contra
escritorios brillantes y botellas de
agua mineral de 33 cl en clases de
educación infantil.
Españolas que gritan follar,
¡FOLLAR!
Eso, ¡follar A toda costa! Y hablan recio y escupen parabrisas
de Volkswagens polo, pasos de cebra, rótulos
de discapacitados y
gesticulan como locas gritando
ronco a seis metros de
distancia
Españolas que se lían un cigarro mientras maldicen o toman de una taza de
Españolas que se lían un cigarro mientras maldicen o toman de una taza de
café que las hace decir "hostia
puta, cómo quema, ¿no?" o levantarse por
más azúcar y servilletas o una cuchara
plástica para quitar la espuma o
revolverlo o sólo aceptarlo como está, humeando
en la taza porque la conversación
está de lujo y sí, tienes toda la razón
del mundo, Inés, Luis es un (zzz)erdo
de mucho cuidado.
Españolas que postergan moscas con la mano,
moviéndola, agitándola con asco y las
aplazan (bzzzz) 5, hasta 10
segundos en que los insectos echan un último
vistazo en las tazas vacías antes de volver
sobre los brazos flacos, salpicados de
lunares y pelos rubios
invisibles de las ex dependientas del
corte inglés o Druni o Bodybell y, "joder con la puta
mosca, ¿no?".
Españolas Hippies en concesionarios Renault pendientes de los autos 0 kilómetros de la sala de exhibición y los teléfonos que suenan ahogados en los despachos de ventas y el olor de la tela nueva de los maleteros cada vez que abren un Duster, un Clio para enseñarlo por dentro.
Andaluzas disfrazadas de Cruella de Vill o de Van Helsing o Power Ranger rosa para Halloween que no saben decir halloween.
Españolas con fiebre o antebrazos muy calientes en el apoyabrazos contigo, Dani,
en aquella película malísima de la que
solo te acordás que salía De Niro y
que la
española de al lado no quitaba el brazo.
Españolas que se llamaron Iratxe o Mar o Lucía, madres que estaban tremendas y preguntaron a sus hijos mil veces "¿Qué tal el cole?"
Españolas que ven películas acostadas con la camisa estirada hacia arriba, encima del ombligo descubierto y dejan ver un pedazo liso de piel.
Españolas
española de al lado no quitaba el brazo.
Españolas que se llamaron Iratxe o Mar o Lucía, madres que estaban tremendas y preguntaron a sus hijos mil veces "¿Qué tal el cole?"
Españolas que ven películas acostadas con la camisa estirada hacia arriba, encima del ombligo descubierto y dejan ver un pedazo liso de piel.
Españolas
que se peinan en el ascensor o buscan el
tabaco y los filtros en el
bolso o las llaves del portal para ganar
tiempo cuando alguien las sigue borracho
Españolas con camisas de aseguradoras Mapfre y gorras con la visera plana que ponen Obey.
Españolas con el pelo tintado de rojo que se desesperan como gatos y se lamen las manos y se tuercen en sus sillas con la espalda arqueada para un lado y resoplan PFFFFF
Españolas que ponen vacunas para la gripe y miran radiografías a contra luz con gafas gruesas de montura de acetato y correas de poliéster
Españolas con novios que se llaman Íñigo o Jorge o Sergio o Ignacio y que dicen Natso.
Españolas en cuartos desordenados y calcetines sucios, negros por debajo y sábanas que huelen a cabezas sin lavar y a pijamas sudados de soñar tanto.
Españolas que reparten flyers en calle Portugal o usan viseras rojas de Telepizza o recitan de memoria a Machado o las promociones de jueves y domingo de La Sureña.
Españolas con banderas de Estados Unidos o posters de Pulp Fiction o Uma Thurman y una papelera con los colores de UK en la habitación de una sola ventana que da al polideportivo.
Españolas que escuchan reggaetón en altavoces de samsung galaxies o xperias en el autobús de la línea 4
Españolas que memorizan apuntes con los codos sobre escritorios pegados a ventanas o paredes color huevo.
Españolas con cara de asco y botellas de vodka y Fanta limón entre los brazos cruzados mientras esperan en las filas de Mercadona mascando chicle con la boca abierta
Españolas en cuclillas que mean entre dos contenedores de basura, Seats ibizas o portales mal iluminados y se salpican los zapatos de pis.
Españolas que se fotografiaron en casas abandonadas, con graffitis azules que todavía ponen "Mari y José" o "T + S" o "Ele y Nuri" por siempre, año 2001
Españolas que duermen en calzones negros alumbradas sólo por la linterna de un Smartphone Huawei.
Españolas con camisas de aseguradoras Mapfre y gorras con la visera plana que ponen Obey.
Españolas con el pelo tintado de rojo que se desesperan como gatos y se lamen las manos y se tuercen en sus sillas con la espalda arqueada para un lado y resoplan PFFFFF
Españolas que ponen vacunas para la gripe y miran radiografías a contra luz con gafas gruesas de montura de acetato y correas de poliéster
Españolas con novios que se llaman Íñigo o Jorge o Sergio o Ignacio y que dicen Natso.
Españolas en cuartos desordenados y calcetines sucios, negros por debajo y sábanas que huelen a cabezas sin lavar y a pijamas sudados de soñar tanto.
Españolas que reparten flyers en calle Portugal o usan viseras rojas de Telepizza o recitan de memoria a Machado o las promociones de jueves y domingo de La Sureña.
Españolas con banderas de Estados Unidos o posters de Pulp Fiction o Uma Thurman y una papelera con los colores de UK en la habitación de una sola ventana que da al polideportivo.
Españolas que escuchan reggaetón en altavoces de samsung galaxies o xperias en el autobús de la línea 4
Españolas que memorizan apuntes con los codos sobre escritorios pegados a ventanas o paredes color huevo.
Españolas con cara de asco y botellas de vodka y Fanta limón entre los brazos cruzados mientras esperan en las filas de Mercadona mascando chicle con la boca abierta
Españolas en cuclillas que mean entre dos contenedores de basura, Seats ibizas o portales mal iluminados y se salpican los zapatos de pis.
Españolas que se fotografiaron en casas abandonadas, con graffitis azules que todavía ponen "Mari y José" o "T + S" o "Ele y Nuri" por siempre, año 2001
Españolas que duermen en calzones negros alumbradas sólo por la linterna de un Smartphone Huawei.
Españolas que les crece el pelo después de la frente y atienden cajas de Carrefour o Leroy Merlin
Españolas que piden más ketchup o servilletas o descuentos de familia numerosa en Burger King o protestan por el estado penoso del aseo/ restos de papel toilette pegoteado en los espejos.
Españolas que abren las ventanas de
habitaciones que huelen a resacas de ginebra y sueños de más de 12 horas continuas
Españolas online
que comentan cursos de buceo que tomaron en Calpe
y escriben: Muy
malos, sólo vimos algas.
Españolas con golpes en la rodilla que dicen "moooaaadre mía" y se tocan el pelo y "Dioosssssss, qué tío"
Maestras de veintipocos años que enseñan inglés hablando castellano
Españolas de quince años
Españolas con golpes en la rodilla que dicen "moooaaadre mía" y se tocan el pelo y "Dioosssssss, qué tío"
Maestras de veintipocos años que enseñan inglés hablando castellano
Españolas de quince años
que interrumpen clases levantando la mano y piden permiso para
ir al aseo y se
demoran/tardan lo que tarda una cagada estándar.
Españolas que salen a fumar y vuelven
a ocupar sus escritorios con gafas
plegadas y portátiles rojos HP y
resaltadores verdes y naranjas y correctores de cinta marca Bic sobre la tabla.
Enfermeras españolas con voz de cigarro y batas con bordados de Fernández o López o
del Castillo o Salazar o las que ponen Dra. Bravo
Españolas
resaltadores verdes y naranjas y correctores de cinta marca Bic sobre la tabla.
Enfermeras españolas con voz de cigarro y batas con bordados de Fernández o López o
del Castillo o Salazar o las que ponen Dra. Bravo
Españolas
que se deprimen y se rapan la cabeza o compran
camisas de grupos de
rock norteamericanos o se perforan la nariz
o se tatúan algo exagerado o fuman sólo frente a muchas personas
Españolas que leen Luces de Bohemia o
los poemas más malos de Miguel Hernández o
la etiqueta de un bote de colacao o la
imagen repulsiva de un feto en una cajetilla de Ducados
Españolas que votan a Podemos y publican
niños sin brazos en sus perfiles de Facebook
Españolas que hablan de cerca y
descuidan el aliento y querés que no se detengan y
hablen más recio o susurren empañándote
los ojos
Españolas que se buscan las llaves del
piso en un rellano oscuro o palpan las paredes hasta dar con el plástico liso del
interruptor de la luz
Españolas que viven en séptimos y tienen
perros salchichas y televisores Sony y
hermanos rapados a lo Cristiano Ronaldo
que comen en el office con la mochila puesta
Españolas que se perdieron de vuelta a sus
casas, que encendieron un cigarro en El Espolón y se atrevieron con un mal
tinto sobre las 3 de la madrugada
Españolas
que dicen “me cago en la puta” cuando botan un vaso con agua
Las que dicen Txina o Tsina en vez de China
Las que dicen Txina o Tsina en vez de China
Españolas
que bajan del tranvía en la misma estación que vos o estornudan tres veces seguidas
contra la manga de un pullover violeta antes de decir “jo-der”.
Españolas que
saltaron del puente rojo del Al Campo o se cortaron las muñecas con la punta
afilada de
un compás o
reventaron el monitor del pc con nudillos blancos, delicados o con una taza de café que pone "I-corazón-Sevilla"
Españolas que
detienen autos con la mano en la rotonda del club de pádel y tiemblan de frío
en
sus minifaldas
y se calientan con humo de cigarrillos y asientos de Opels Corsa propiedad de gordos que
conducen nerviosos y sudan a
pesar del frío
Españolas del año 97 que
suspenden exámenes de manejo y duermen en sillones de dos plazas con el telediario de 24 horas corriendo en
volumen 8 Españolas a las que dije quiero volver a verte y abrazos fuertes de querer llorar tan alto
Españolas que
tuvieron una lonchera de Hello Kitty o Dora Exploradora o La mujer maravilla
Las que aparecen en fondos de fotografías, rubias con dientes blancos, difuminados por la distancia focal de la cámara
Las que se llamaron Diana o Ana o Rocío.
Las que lloraron en habitaciones compartidas, las que leyeron a Clarín o suspendieron la ITV
Las que compraron una L en Feu Vert para llevar en el auto durante un año
Las que se mojaron las manos con gasolina 98 octanos en una repsol
Las que se desnudaron sin cerrar la persiana.
Las que pagaron una multa por beber en la calle, las que fumaron colillas del suelo
Las que usaron piercings en la boca
Las que nunca besaron en piscinas,
Las que conocieron a un guatemalteco y trataron de imitarlo una noche y dijeron "guatepeor"
Las que lloraron en teléfonos de pago y dijeron temblando "me has jodido la vida"
Españolas que llevan gomas de pelo en las muñecas y señalan y gritan“¡me cago en tus muertos!”
Las que tocaron mi cara con manos congeladas y dijeron “a que están muy frías”.
Las que aparecen en fondos de fotografías, rubias con dientes blancos, difuminados por la distancia focal de la cámara
Las que se llamaron Diana o Ana o Rocío.
Las que lloraron en habitaciones compartidas, las que leyeron a Clarín o suspendieron la ITV
Las que compraron una L en Feu Vert para llevar en el auto durante un año
Las que se mojaron las manos con gasolina 98 octanos en una repsol
Las que se desnudaron sin cerrar la persiana.
Las que pagaron una multa por beber en la calle, las que fumaron colillas del suelo
Las que usaron piercings en la boca
Las que nunca besaron en piscinas,
Las que conocieron a un guatemalteco y trataron de imitarlo una noche y dijeron "guatepeor"
Las que lloraron en teléfonos de pago y dijeron temblando "me has jodido la vida"
Españolas que llevan gomas de pelo en las muñecas y señalan y gritan“¡me cago en tus muertos!”
Las que tocaron mi cara con manos congeladas y dijeron “a que están muy frías”.