lunes, 20 de junio de 2016

Jardín de la Merced

Hoy voy a ser, mierda, un romántico/romeo con el bigote sudado y los dedos teñidos de alquitrán. Voy a besarte con sabor a bourbon y hamburguesas de un euro. Voy a abrazarte demasiado fuerte, a pensarte como tal vez no te gustaría, a decirte cosas que escuchaste antes de gente intoxicada con poca barba o las uñas largas o los calcetines rotos porque entendè una cosa, a los borrachos los poseen los mismos demonios. Voy a invitarte a que subamos a ese mirador donde ves el río cagándote del dolor de cuerpo y del, qué asco la rima, del frío y encendés cigarros hasta quemarte los dedos, los pulmones, las fosas nasales. Voy a contarte de este perro callejero que encontré la otra vez lamiendo un charco de vómito en Catedral y levantó la vista con trozos de fideos y salsa roja en los bigotes para verme un momento y nos vimos los dos un rato queriendo... no sabría decirte, ¿acariciarnos? Pero voy a reirme y tú te vas a reir conmigo porque a ti te pasó algo similar cuando eras pequeña ¿te acordás? Con ese gato destripado que viste a la orilla de un rótulo y del que me hablaste esa vez antes de dormir sentados contra la cabecera de la cama. Y los dos nos reímos sin vernos las caras oliéndonos la risa como a pantalones meados.

Te quiero por esa vez que nos llovió en Ávila.