domingo, 20 de julio de 2014

Secuencia

Barcelona Sants. Estación de tren
1)     Aparece el protagonista pisando el azulejo de la estación. Su rostro denota, (claramente), el agobio que le producen los demás viajeros en tropel de franceses y turistas amateurs.

2)      Entra en el Mc Donald`s que está justo en la salida trasera. La cajera lo atiende en catalán y de mala gana. Además olvida poner servilletas y sobres de kétchup en su bandeja.  Se sienta en una mesa para dos junto a la ventana que da a Passeig de Sant Antoni.

Afuera de la estación
3)      El personaje franquea la puerta de cristal. Aparece cargando una maleta de mano.

4)      Se aleja del edificio hasta dar con unas escaleras en descenso que denotan el metro. Las baja y espera la llegada del siguiente subterráneo.

5)      Ya en movimiento aguarda indiferente el trayecto hasta escuchar por megafonía “Catalunya”. Entonces baja.

6)      Sobre la rambla se abstiene de su intención de bajar hasta el  puerto. Lo rodea una marejada de paseantes elásticos. Desde donde está contempla el Colón durante algún rato. Da media vuelta. Sube de nuevo.

7)       Repite estación de metro. Baja por las escaleras que antes subió. Espera cabizbajo el trayecto hasta dar con Passeig de Gracia. Entonces cambia de línea a la 4 y tira todo para Alfonso X.

8)      Una estación antes, no en Verdaguer sino en Joanic, entra una chica al vagón y ocupa el asiento contiguo. El baja en Alfonso X y se detiene de cara al cristal. Ella lo advierte sonriente, aguantando la mirada inicial con la seguridad de la puerta cerrada. El subterráneo se pone en marcha y la chica desaparece en facciones borrosas.

9)      Consultando direcciones, ya sobre Parc de les Aigües, logra dar con el hotel que hace esquina en Travessera de Dalt y Riera de Can.  Pisa el suelo cerámico medio espejeante del lobby y se acerca al mostrador. Pasa a registrarse.


10)   Sube las escaleras y atraviesa el pasillo hasta encarar la habitación. Entra girando dos veces la llave. Deja sus cosas y se acomoda. Hace caso omiso de las señales de “no fumar” y enciende un cigarro tendido en la cama. Saca un tomo de cuentos de Augusto Monterroso. Lee hasta que lo atormenta, ahí acostado, la imagen mental de la chica del metro. (la ceniza del cigarro cae sobre la mesa de noche).

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