jueves, 23 de abril de 2015

XG


 cómo sentarme a escribir sin escribir todo esto

Hoy lo pienso, tapándome los oídos con las dos manos por el ruido que hacen las calles, los perros a 6 casas de distancia, los motores diesel que bogan por sus Repsoles. 

¿Sabés? Alguna vez, medio borracho, me preguntaron por Guatemala. Dije, espaciando bien lo que decía, que Guatemala era una lengua con sabor a vodka, una niña, un jardín de noche, un vaso plástico de Smirnoff  a la mitad que caía sobre el césped en el momento justo de sujetarnos fuerte las manos; un beso escondidos en un patio mal iluminado. ¿Y cómo callar todo el ruido?, decime. Cómo sentarme a ver televisión sin ver a la niña en todas las niñas, a mí en todos los ojos taimados, en todas las ganas. ¿Cómo situarte a tantos años de distancia y tratar de pararme igual de recto, igual de erguido, igual de fuerte? ¿Cómo tratar de ver a la niña con la estatura que tiene ahora, los zapatos que prefiere ahora, lejos ya de aquellos converse negros, de aquellos jeans rotos? ¿Cómo cumplir años sin pensar en todos los que alguna vez se acordaron de decírtelo: "feliz cumpleaños, dani, feliz cumpleaños"? ¿Cómo prescindir de aquellos que alguna vez fueron tu país, tu siempre sí, la  chica que te juró no apartar nunca la boca o el cuello cuando te anticiparas, cuando por fin la encontraras entre el gentío y empujando borrachos la trajeras cerca, muy cerca tuyo? De pronto verlo todo normal, (¿sabés?) nombres propios como cascadas, como agua de una maldita fuente que te vuelve a escupir en los ojos. ¿Qué hubiera pasado, Dani, si hubieras hecho algo por preservarlo todo de vuelta allá en ese jardín? ¿Qué habría dicho la chica si en vez de besarla la hubieses hecho jurar algo permanente, si ella nunca hubiese botado ese vaso plástico de smirnoff y en vez de eso, viéndote grande a los ojos, tú también a ella en ese instante congelado, en ese beso momentáneamente interrumpido, la hubieses hecho prometer que ninguno de los dos haría caso del tiempo, que ninguno olvidaría los cumpleaños? ¿Estarías en el mismo lugar, D? ¿Creés acaso que ella te negaría un abrazo, un "te acordás del jardín", un "te acordás de mi pelo corto, cortísimo, te acordás de mí"? y,  decime ¿crees que ella no respondería que sí, que se acordaba del jardín, del pelo corto, de ti?  ¿Acaso no te buscaría ella a vos con los labios, tirándote sus brazos delgados por encima del cuello, apretándote hasta sentirte contra su blusa, sus pantalones?
--
Pensás; las manos abiertas contra las orejas, el zumbido de la presión intermitente: ¿Cómo hacer que llame, maldito? Cómo hacerla escribir a la distancia o hacerla decir, después de tanto, "feliz cumpleaños, Dani, feliz cumpleaños, guapo".


No hay comentarios:

Publicar un comentario